¿Las tabletas de los restaurantes vulneran la privacidad?

Hace unos meses hablábamos de la importancia que han adquirido las tabletas en las cadenas de restaurantes de Estados Unidos, gracias a estos dispositivos se puede realizar el pedido fácil y rápidamente, se puede pagar, navegar por internet, jugar… para los establecimientos de comida rápida y otros con gran afluencia de clientela y servicio de comidas relativamente rápidas, son muchas las ventajas, de ahí que se estén implantando a una gran velocidad.

Sin embargo, los comensales quizá deban hacerse una pregunta, ¿las tabletas de los restaurantes vulneran la privacidad?, la respuesta podría ser que sí. Las tabletas se pueden convertir en una herramienta que espía a los comensales, viendo y escuchando todo lo que dicen. En el vídeo podréis ver a un cliente que detecta como una de estas tabletas tiene activada la cámara (como ya sabemos se enciende una lucecita), el comensal le pregunta a la camarera si la lucecita que ve es una cámara. La respuesta es negativa, la camarera asegura que no lo es, pero existen muchas probabilidades de que sí lo sea y que además esté activada.

El hecho de que una tableta tenga cámara debe preocupar, ya que existe la posibilidad de que se esté espiando al comensal, ya sea con el propósito de recabar datos para llevar a cabo una estrategia de marketing, para conocer la opinión real que tienen los comensales sobre lo que están consumiendo, etc. El problema es que algunas tabletas tienen cámara y éstas son utilizadas por los clientes para hacer un selfie, para hablar por Skype o con otro programa de videoconferencia, etc. Este servicio es un arma de doble filo, aunque los responsables de las cadenas de comida rápida aseguren que no se guarda ni comparte ningún tipo de información, siempre existirá la duda.

Cada vez más empresas del sector anuncian el lanzamiento de un sistema de pedidos electrónico que además ofrece ocio y entretenimiento, cadenas de comida rápida, cafeterías y otros establecimientos se suben al tren tecnológico por todas las ventajas que ello supone. Pero que estén equipadas con cámaras y micrófonos debe preocupar, quizá debería regularse el formato de las tabletas en este tipo de establecimientos, que no tengan cámara, micrófono o cualquier sistema que pueda estar recopilando datos con el riesgo de violar la privacidad. O en su defecto, que cuenten con un sistema que garantice 100% la privacidad a pesar de que se utilice la cámara para hacer un selfie.

Empresas como Ziosk, dedicadas a la instalación de estos sistemas en los restaurantes, aseguran que sus tabletas utilizan una tecnología que no guarda la información y tampoco comparte información sin el permiso del usuario, asegura que no habrían desarrollado un dispositivo que no cumpliera esos requisitos. Pero para que la garantía sea 100%, quizá se debería legislar sobre la fabricación y uso de este tipo de dispositivos en los establecimientos antes citados.

Es algo que quizá algunas personas no se hayan parado a pensar, además de acelerar el servicio en los restaurantes y ofrecer algunas ventajas a este sector, las tabletas podrían ser utilizadas como espías potenciales. Recordemos que hace un par de años hablábamos de NeoFace, un sistema de reconocimiento facial en el que una cámara transmite las imágenes de una aglomeración de personas que puede haber en un centro comercial, y un software especial se encarga de escanear cada rostro, añadirlo a una base de datos y realizar un seguimiento sobre todos sus movimientos, esto también se podría considerar violación de la privacidad.

A través de este artículo podréis conocer todos los detalles de esta curiosa noticia.

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