En la Unión Europea los alimentos ecológicos no son realmente ecológicos

La ANH (Aliance For Natural Healt) denuncia que en la Unión Europea los alimentos ecológicos no son realmente ecológicos, aprueba reglamentaciones que socavan los principios y filosofía de la producción ecológica, por lo que realiza una llamada a la movilización para que se denuncie la situación. Parece ser que la UE ha permitido el uso de alimentos no ecológicos en la producción ecológica, como por ejemplo proporcionar piensos industriales a las aves de corral supuestamente ecológicas que abastecen al mercado de carne y huevos ecológicos, o utilizar piensos industriales en la alimentación de cerdos que en teoría son de producción ecológica.

La Alianza Internacional para la Salud Natural (ANH) es una organización no gubernamental que promociona la producción de alimentos naturales y sostenibles, lleva a cabo diversas campañas de información y concienciación sobre los beneficios de los alimentos ecológicos o de las prácticas requeridas para que este tipo de productos se puedan considerar como tales, entre otras acciones. Esta organización denuncia que en la UE se está llevando a cabo un fraude al consumidor, ya que permite que alimentos que no son realmente ecológicos se acompañen con la certificación comunitaria que acredita este carácter.

Cuando un consumidor compra un producto ecológico certificado espera que realmente sea así, que se haya producido sin aditivos, productos químicos o insumos no orgánicos, sin embargo, no es así. Según la Sección 2 del Reglamento Comunitario Nº 889/2008, la CE define aquellos casos en los que los insumos no orgánicos como la cera de abeja, las aves de corral o las semillas, entre otros, se pueden utilizar en la producción ecológica de la UE, en principio esta reglamentación expiraba en el año 2011, posteriormente se realizó una ampliación hasta el presente año y ahora de nuevo se realiza una prórroga hasta finales del año 2017.

Por tanto, se va a permitir a las granjas ecológicas de gallinas y cerdos que utilicen los piensos industriales, se va a seguir obviando que se sigan utilizando diferentes tipos de aditivos y sulfitos en vinos (hasta 43 diferentes) que cuentan con el sello comunitario que certifica su carácter ecológico, y se van a seguir comercializando y utilizando insumos agrícolas no ecológicos, algo que indigna a esta asociación. La llamada a la acción pretende que los consumidores respalden los esfuerzos que realiza para que se alcance la producción ecológica de calidad y de verdad, pretende que no se adquieran alimentos ecológicos que tengan el sello comunitario al considerar que es una burla a todas aquellas personas que desean disfrutar de una alimentación ecológica 100%, propone adquirir los productos que son acreditados por la asociación y comprobar que incluyen su logotipo.

John Lang, fundador de la ANH, declara que de la certificación ecológica de la UE, no vale ni el papel en la que está impresa, arremete contra la Unión Europea por favorecer a los alimentos modificados genéticamente, por respaldar el acuerdo sobre el libre comercio del que hablábamos en el post sobre la importación de carne de pollo estadounidense, asegura que las normas ecológicas de la Unión Europea están amenazadas y corren riesgo de ser silenciadas. La verdad es que no tiene sentido que John Lang hable de otras cuestiones que no estén relacionadas con la producción ecológica, hay que ir por partes, su reivindicación sobre la veracidad de la certificación es correcta y se ha de luchar por ella, pero hablar de otras cuestiones como los alimentos transgénicos o los acuerdos de libre comercio no proceden en este tema.

La asociación argumenta que el reglamento comunitario está impulsado y promovido mayoritariamente por las grandes empresas alimentarias productoras y proveedoras, por ello apunta que para poder hacer frente a la situación es necesario, por un lado, abogar por organizaciones de certificación como la Soil Association, organización fundada en 1946 por un grupo de agricultores, científicos y nutricionistas que trabajan como inspectores para la certificación de los alimentos ecológicos, y por otro, ejercer una presión popular vetando los alimentos con el sello ecológico comunitario para que vuelvan a modificar la reglamentación y se pueda tener la certeza de que un producto certificado tiene un 100% de carácter ecológico.

Os recomendamos acceder al artículo publicado en la ANH (Aliance For Natural Healt) para conocer más detalles sobre la denuncia realizada.

Foto | thebittenword.com

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