Fruit Fool

Hace unos días os mostrábamos un postre muy sencillo de preparar, pero delicioso, el Trifle de mango. El trifle, también denominado bagatela, es un postre que se cree que nació para aprovechar bizcochos secos acompañados de frutas y cremas. Es una elaboración tradicional de la cocina inglesa que a día de hoy puede continuar siendo tan simple o muy compleja, con presentaciones muy llamativas en grandes recipientes que combinan por capas texturas, colores y sabores. Pero hoy queremos hablaros de otro postre inglés aún más simple, de hecho se llama Fruit Fool, lo que se podría traducir como fruta tonta.

Comentando esto, y antes de entrar en materia, os queremos comentar un artículo que leímos en la publicación británica Word of mouth (Guardian) sobre un tema que también nos incumbe a nosotros, se titula ¿Por qué a los británicos les encanta la comida americana?, la autora explica que los británicos están teniendo un romance apasionado con la comida americana, un romance no correspondido…

No nos extenderemos en esta reflexión ahora porque queremos hablaros del Fruit Fool, sólo señalar algunas declaraciones que consideran que los alimentos estadounidenses son fácilmente asimilados porque son bastante sosos y generalmente llenos de grasas y azúcar, lo que proporciona buen sabor y no es necesario tener un buen paladar para apreciarlo. También declaran que tienen inseguridad sobre su cocina tradicional, lo que les hace creer que todo lo que se hace en otro país es mejor. Todas las culturas gastronómicas tienen riqueza, deberían fijarse en los italianos que defienden su cocina como el que más y se pueden jactar de hacer exquisiteces con sólo tres ingredientes.

Tres ingredientes, los mismos que este postre británico cuya primera referencia data del año 1598, y éstos son fruta, nata o crema batida y azúcar. Nadie puede decir que esta combinación no es una delicia, sea presentada como el postre Fool, o no, porque la combinación de fruta y un lácteo dulce la encontramos en infinitas presentaciones.

¿Será la sencillez de este postre la que le haya dado el nombre de ‘fruta tonta’?, pues no hay certeza, pero cuentan que procede del francés fouler, que significa pisar o chafar, porque es uno de los procesos a los que se somete esta fruta para preparar el postre, cosa que niega el diccionario de la lengua inglesa (Oxford), y no nos extraña.

Tampoco hay acuerdo sobre las primeras frutas que se utilizaban para hacer el Fool, pero a día de hoy cualquier fruta de temporada está en nuestras manos para que hagamos este postre así de sencillo: En primer lugar hay que cocinar la fruta troceada con un poco de azúcar y conseguir un puré o coulis (según la fruta que sea, será necesario triturar), tamizarlo para que quede bien fino y después mezclarlo con nata montada endulzada.

Es un postre que se sirve frío, en copa de batido o de postre. Así de sencillo y con muchas posibilidades de enriquecerlo, por ejemplo con trocitos de la misma fruta fresca, con una galleta, con frutos secos… aunque si le añadimos ingredientes, quizá habría que prescindir de llamarlo Fruit Fool.

Foto | Cuttingboard

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