Solomillo de cerdo marinado con salsa de parmesano

La salsa de queso parmesano y vino de Jerez que ya estabais pensando en elaborar, es la que acompaña a este Solomillo de cerdo marinado, esta es sólo una de las propuestas para servir el condimento que, insistimos, es muy fácil de hacer y muy versátil, una delicia para acompañar distintos platos. No se queda nada atrás el papel del solomillo en esta receta, marinado con especias con mucho carácter, equilibrando cada bocado.

El Solomillo de cerdo marinado con salsa de parmesano muestra una superficie oscura porque para aportarle sabor hemos frotado la mezcla de especias que os mostramos hace unos días, Chile, cacao y café, aporta aroma, sabor (no pronunciado muy el cacao y el café, atreveos a probarlo) y un punto picante. En conjunto, una delicia, pero recordad que debéis utilizar las especias o el picante según vuestros gustos, del mismo modo, el punto de cocción de la carne conviene que sea del gusto del comensal.

Ingredientes (4 comensales)

  • 1-2 solomillos de cerdo (según tamaño)
  • 2 c/s aprox. de especias picantes de chile, cacao y café
  • c/n de salsa de queso parmesano y vino de Jerez
  • c/n aceite de oliva virgen extra
  • c/n sal
  • rúcula.

Elaboración

Antes de empezar a preparar los solomillos, prepara la mezcla de especias si no está ya en tu despensa, puedes ver aquí cómo hacer la mezcla de especias de chile, cacao y café.

Una vez preparada, limpia los solomillos, retira la grasa de la superficie. Espolvorea las especias y añade un hilo de aceite de oliva virgen extra. Frota la carne presionando ligeramente para que la marinada quede bien impregnada.

Pon los solomillos en un recipiente apropiado para taparlo con film transparente y dejar reposar en el frigorífico durante una o dos horas, cuanto más tiempo esté más sabor adquirirá.

Mientras tanto, prepara la salsa de queso parmesano y vino de Jerez (ver receta). Reserva. Lava las hojas de rúcula y escúrrelas bien.

Para hacer los solomillos, pon una sartén amplia a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra. Retira la carne del frigorífico, sálala al gusto (no demasiado, las especias y la salsa de queso aportan sabor, y siempre se puede añadir un poco de sal Maldon al final).

Marca los solomillos por todo su contorno y cuando se haya dorado, baja el fuego y continúa la cocción hasta que la carne esté al punto que más te guste. El tiempo dependerá del grosor de los solomillos y lo comentado, si os gusta poco, medio o muy hecha.

Emplatado

Extiende sobre la base del plato una generosa cucharada de salsa de queso parmesano, el resto ponlo en una salsera para que cada comensal se sirva más a su gusto. Presenta las hojas de rúcula a los lados y en el centro coloca los cortes de solomillo marinado. Termina aderezando la rúcula con un hilo de aceite de oliva. Sirve enseguida y ¡buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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