Lomo a la sal

Nunca deja de sorprender que un método de cocción tan sencillo de hacer y tan simple, pueda dar resultados tan espectaculares, estamos hablando de cocinar a la sal, las carnes y los pescados se convierten en suculentos bocados, sabrosos, jugosos, tan aromatizados como deseemos, como este Lomo a la sal que hemos perfumado con romero y pimienta… Todos conocemos elaboraciones clásicas como la lubina o la dorada a la sal, y sucede como en otras elaboraciones clásicas y sencillas, nunca dejan de hacerse porque permiten disfrutar de todas las cualidades de una materia prima de primera.

El lomo de cerdo a la sal también es un clásico, personalmente nos gusta tenerlo preparado de vez en cuando para utilizarlo como un fiambre que en cualquier momento te sirve para completar una ensalada o disfrutar de un bocadillo muy saludable. De igual modo, se pueden hacer otros tipos de carne, como la pechuga de pavo o el secreto de cerdo, y más que iremos viendo, pues este tipo de recetas son ideales para elaborar con antelación y saborearlas como más nos gusten, frías en verano, y calientes en los meses más fríos.

Ingredientes

  • 1/2 kilos de lomo de cerdo
  • 4 ramitas de romero fresco
  • c/n de pimienta negra molida
  • 1 kilo aprox. de sal gorda.

Elaboración

Precalienta el horno a 200º C con calor arriba y abajo. Lava las ramitas de romero y escúrrelas bien, que estén secas, y reserva. Limpia la pieza de lomo de la grasa que pueda tener y sécala bien.

En una bandeja apta para el horno y con un tamaño en el que se pueda ajustar bien la carne, pon una base de sal gruesa. Coloca encima el lomo y espolvorea pimienta negra molida al gusto. Coloca a continuación las ramitas de romero repartidas en toda la superficie.

Vierte el resto de sal cubriendo totalmente la pieza de carne, presionando ligeramente con las manos para que se asiente bien.

Introduce la bandeja en el horno una vez que haya alcanzado la temperatura, y hornea durante 50-60 minutos, así queda hecho pero jugoso. El tiempo puede variar según el horno, y también se deberán modificar los tiempos si la pieza de lomo es más grande o más pequeña, lo mejor para controlarlo es la práctica.

Una vez finalizado el horneado, retira la bandeja del horno y cuando se haya enfriado un poco, retira el lomo de la sal. Límpialo bien para retirar todos los restos de sal, pero no la pimienta, basta con pasarle papel de cocina.

Emplatado

El Lomo a la sal puedes servirlo recién hecho acompañado de una guarnición al gusto, patatas, verduras, ensalada, chutney… También puedes conservarlo en el frigorífico y disponer de él como de un fiambre para añadir finas lonchas sobre unas tostadas con una salsa, para hacer bocadillos, para enriquecer una ensalada, etc. Es una elaboración que además de sabrosa, es muy versátil. ¡Buen provecho!

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