Un motivo más para no consumir aleta de tiburón

Gracias a un nuevo estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Miami, podemos conocer un motivo más para no consumir aleta de tiburón. Como ya sabemos, la demanda de aletas de tiburón se incrementa año tras año en muchos países, especialmente en los asiáticos, sus habitantes disfrutan de la sopa de aleta de tiburón, considerada como un verdadero manjar de su gastronomía. Las aletas de tiburón son un negocio que crece, como contrapartida la población de tiburones está amenazada y si prosiguen las capturas, posiblemente podrían ser una especie en vías de extinción.

El caso es que los investigadores han encontrado altas concentraciones de BMAA en las aletas de tiburón, se trata de una neurotoxina producida por cianobacterias asociada a diversas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica entre otras. Los expertos indican que el consumo de las pastillas elaboradas con cartílago de tiburón que se utilizan en la medicina alternativa y a las que les atribuyen diversas propiedades saludables, o el consumo de sopa de aleta de tiburón, son un riesgo para la salud, incrementando las posibilidades de que puedan sufrir diversas enfermedades neurodegenerativas.

Este es un motivo más para no consumir aleta de tiburón, un motivo que pone en peligro la salud del consumidor y que unido al peligro que corren los tiburones, debería disuadir a quienes disfrutan de ella como alimento. Tenemos la opinión de que esta información no tendrá mucho impacto en los países asiáticos y suponemos que el consumo continuará su curso.

Según las estimaciones, se consumen anualmente hasta 70 millones de aletas de tiburón, esto nos da una idea de los millones de tiburones que terminan irremediablemente en el fondo del mar en una muerte agónica. Pero volviendo al estudio, las concentraciones de la neurotoxina son elevadas y preocupantes, los investigadores realizaron un estudio con pacientes muertos que previamente habían sido diagnosticados con esclerosis lateral amiotrófica y Alzheimer, un análisis de sus cerebros determinó que tenían una alta concentración de la neurotoxina que alcanzaba los 256 nanogramos por cada miligramo, en el artículo de Eurekalert nos explican que en las personas sanas de edad avanzada la neurotoxina BMAA tiene una concentración muy reducida y en muchos casos es inexistente.

En el estudio se determinó que la presencia de la neurotoxina en las aletas de tiburón oscilaba en un rango de 144 y 1.836 ng/mg, este dato se superpone con los niveles de BMAA detectados en los citados pacientes. La investigación es muy importante dado que se logran encontrar las posibles rutas por las que la neurotoxina llega a los seres humanos, los investigadores tienen la esperanza de que estos datos puedan servir además para que la demanda de productos o recetas elaboradas con aleta de tiburón se reduzca, por un lado mejoraría la salud humana y por otro se lograría evitar la extinción de los tiburones, salvaguardando uno de los animales clave en el equilibrio ecológico.

Como decíamos, este es un motivo importante para evitar comer aletas de tiburón, se reducirá significativamente el riesgo de sufrir algunas enfermedades cerebrales. Para conocer más detalles del estudio acceded a este artículo publicado en la revista científica Marine Drugs.

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