Frosting de yogur sin grasas

Se conoce como frosting a la cobertura con la que se termina una tarta, un pastel, un muffin o un cupcake entre otras elaboraciones reposteras. Generalmente son coberturas o glaseados que incorporan una gran cantidad de grasas y azúcares (mantequilla, nata, quesos cremosos…), y no hay que olvidar que éstas se están sumando a las que ya tiene el dulce que va a decorar. Una solución para aligerar este aporte energético es elaborar un frosting de yogur sin grasas, y si lo deseamos, sin azúcares.

No hay límites en cuanto al sabor que le podemos proporcionar al frosting de yogur, el límite lo pone nuestra imaginación. Ya nos lo ponen muy fácil las industrias lácteas con la cantidad de yogures descremados o 0% M. G. que hay en el mercado, pero además podemos aportar sabor y aromas adicionales utilizando especias, esencias, licores, etc.

Quizá pensaréis que el yogur es demasiado ‘ligero’, poco consistente para hacer un glaseado o un frosting, pero es muy sencillo espesarlo sin necesidad de añadir nada, simplemente poniéndolo a escurrir. Sólo será necesario utilizar unas gasas o una servilleta o tela fina, un colador, un recipiente que recoja el suero y el yogur, además de una noche de reposo (en el frigorífico) para que el yogur vaya perdiendo suero y cogiendo consistencia.

El procedimiento es muy sencillo, coloca el colador sobre el recipiente en el que se recogerá el suero, y sobre el colador, la servilleta, tela o gasa fina. Puedes sujetarla con una goma al recipiente dejando que la tela repose sobre el colador. Finalmente vierte el yogur, cubre con film transparente o con la misma servilleta y reserva en el frigorífico.

El tiempo exacto necesario para que el frosting de yogur sin grasas esté listo dependerá del tipo de yogur y de la consistencia que se desee obtener, lo ideal es hacerlo con tiempo, prepararlo la noche anterior.

Se pueden utilizar yogures naturales sin azúcar o edulcorados, con sabores de fruta, chocolate, vainilla… aromatizarlos con piel de limón o naranja rallada, canela, vainilla, azúcares aromatizados, esencias de frutas o flores, unas gotas de licor, etc. Es importante escoger un yogur con una acidez al gusto y que combine bien con la tarta en la que el frosting se va a utilizar.

Seguro que ya tenéis algunas ideas, y nos encantaría que las compartierais con nosotros, ¿qué frosting sin grasas vais a preparar?

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