Chayote

El chayote (Sechium edule) es una hortaliza de la familia de las cucurbitáceas, como las calabazas, los melones, los pepinos, etc. Además de chayote, este fruto se conoce como cidra papa, papa de pobre, papa del aire, patata espinosa, guatila, chouchou, choko, mirliton, christophene… la lista de nombres es enorme, podéis consultarlo aquí, y aún les falta añadir alguno, pues en nuestra frutería compramos chayotes hace unos días y les llaman «patatas voladoras». Lo que más nos gustó es que los cultivan ellos mismos, son ‘del terreno’ (ya sabéis, de la huerta, kilómetro 0).

La chayotera, planta que da como fruto el chayote, es originario de Centroamérica, pero su cultivo se da en muchas regiones de todo el mundo, incluso hay variedades que se han adaptado al cultivo al nivel del mar, aunque preferentemente su cultivo se da a unos 800-1.800 metros de altitud. Los principales productores son México, Costa Rica y Guatemala, pero destaca también la India, China, Italia y las zonas más cálidas de Estados Unidos.

De la chayotera se consumen también sus hojas, sus tallos y sus raíces, generalmente hervidos y cocidos, pero de esta planta trepadora lo más apreciado es el fruto, comestible hasta su semilla y del que hay distintas variedades, como podéis apreciar en la imagen, su característica es la forma de pera y una piel con gruesas arrugas que puede variar de color, del blanco-crema (variedad conocida como perulero) al verde oscuro.

También hay chayotes que están cubiertos de espinas y otros sin ellas, con una piel más lisa y hasta brillante, éstas generalmente tienen también menos arrugas o hendiduras. Su piel es fina y su pulpa carnosa de color claro, esconde una sola semilla. El chayote se puede comer crudo o cocinado, se le pueden aplicar métodos de cocción muy variados, como a las patatas, cocidos, guisados, fritos, horneados… Del mismo modo, se pueden servir troceados, laminados, en puré, etc. En crudo suele rallarse o cortarse bien fino y aderezarse con limón y aceite o cualquier vinagreta, un buen elemento para incluir en las recetas de ensaladas.

El sabor del chayote o patata espinosa es muy suave, ofrece así mucha un amplio abanico de preparaciones, incluso elaboraciones dulces, y acompañamientos en la cocina. Su sabor puede recordar a la patata, al calabacín o al pepino, tiene un elevado contenido en agua (90%) y sólo aporta unas 30 kcal. por cada 100 gramos.

Hoy prepararemos unas patatas voladoras fritas, que quedan muy crujientes y acompañarán muy bien a la carne del plato principal. Y a vosotros, ¿cómo os gusta consumir los chayotes?

Foto | Wlcutler

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