La FDA pospone la aprobación del salmón transgénico

Primero hablábamos sobre la posibilidad de que el salmón transgénico fuera el primer alimento animal aprobado por la FDA, posteriormente conocíamos la evaluación realizada por la Food and Drug Administration, indicando que el salmón transgénico era apto para el consumo humano, ya sólo faltaba que la audiencia del Centro de Sanidad Alimentaria y Nutrición Aplicada de la FDA determinara y concretara otros temas sobre la comercialización y etiquetado del salón modificado genéticamente. Ahora la historia realiza un giro de 180º y la FDA pospone la aprobación del salmón transgénico, para las organizaciones ecologistas ha sido una gran noticia, recordemos que la coordinadora de la CBAN (Red de Acción de Biotecnología Canadiense) apuntaba que era necesario realizar nuevos estudios indicando que las medidas de seguridad eran insuficientes y no garantizaban que el salmón transgénico pudiera escapar a mar abierto.

La empresa que ha desarrollado la variedad de salmón (AquaBounty Technologies Inc) ha sufrido un gran revés, se han cumplido 10 años solicitando continuamente luz verde al consumo de salmón transgénico, la empresa estaba acariciando el veredicto preliminar, pero afortunadamente la FDA paraliza la aprobación del salmón transgénico. La decisión de última hora ha sido tomada tras estudiar el informe elaborado por un grupo de expertos independientes, aconsejando que no se inicie la producción y comercialización del salmón dado que los estudios y pruebas aportadas por la empresa son insuficientes y no ofrecen las máximas garantías.

El presidente del comité de expertos consultado por la FDA declara que se necesitan más estudios, dado que con los datos actuales aportados por AquaBounty Technologies Inc no se ratifica, por un lado que el alimento no pueda provocar problemas de salud en los seres humanos, es necesario que se aporten investigaciones que verifiquen que el salmón transgénico no puede causar algún tipo de reacción alérgica, por otro lado también se necesita garantizar que una posible fuga a mar abierto de algunos especímenes no tenga consecuencias severas para la biodiversidad del lugar y del salmón salvaje.

Otros puntos a destacar en el ámbito comercial son las complicaciones para los consumidores a la hora de diferenciar los dos tipos de salmón, a través de El Periódico podemos saber que actualmente la FDA únicamente exige una etiqueta cuando existe una diferencia significativa en el alimento, en este caso los salmones presentan idénticas características a primera vista, la única diferencia es el mayor tamaño de los salmones transgénicos, pero si se comercializa troceado esta diferencia puede desaparecer.

Hay que destacar una puntualización realizada por la FDA, en el caso de que se hubiese aprobado la producción y comercialización del salmón modificado genéticamente, deberían pasar todavía tres años hasta que llegara a la mesa del consumidor (es una puntualización que parece dejar una puerta entreabierta), todavía creemos que se puede volver a cambiar de parecer, tres años pueden ser un argumento para dar un visto bueno provisional y aportar los estudios oportunos antes de ese periodo.

Ahora puede, ahora sí, ahora no… la actuación de la FDA da una imagen muy poco seria e infunda desconfianza, por el momento la FDA retrasa la aprobación del salmón modificado genéticamente, pero no tardaremos en conocer nuevos datos.

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