Pan de Viena

Esta receta de pan de Viena es la que hemos elaborado con la masa de pan dulce que os mostrábamos esta mañana. En textura es muy similar al brioche, pero es menos dulce como ya habíamos comentado.

Realmente la textura es espectacular, es sencillamente fantástico poder hacer panes rápidos tan ricos como el Pan de Viena. Si lo pruebas, verás cómo se lo rifan para la merienda o el desayuno.

Ingredientes

Elaboración

Hoy hemos hecho la mitad de la masa con chocolate, con ella hemos preparado unas ensaimadas de chocolate deliciosas. Así que para los panes de Viena hemos utilizado la mitad de la masa y nos han salido seis panecillos como los que veis en la foto. Se pueden hacer barritas más finas y más largas o panecillos redondos.

Una vez que dispongas de la masa tras haber reposado durante una hora, viértela sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, divídela en tantas porciones como panecillos quieras hacer.

Aplasta la masa con las manos formando rectángulos, dóblalos como si fuera un sobre y presiona con la palma de las manos en el punto de unión de la masa, donde se formará el nervio. Esta masa crece mucho así que cuando le des forma a los panecillos, hazlos a la mitad de tamaño del que quieres obtener, a lo ancho y a lo largo.

Dispón los panecillos en la bandeja del horno cubierta con papel sulfurizado o un silpat, deja espacio entre ellos para que al crecer no se toquen. Cubre con un paño y deja levar una hora. Pasado este tiempo, pinta los panecillos con el huevo batido al que le habrás añadido una pizca de sal y hazle unos cortes con una cuchilla afilada.

Hornea el pan de Viena a 180º C (horno precalentado a 200º C) durante 10-12 minutos, hasta que esté dorado, en ese momento retira la bandeja del horno y deja enfriar.

Será difícil resistirse a probar el pan Viena recién hecho, pero después te ofrecerá una textura súper esponjosa, podrás rellenarlo con lo que prefieras.

Artículos relacionados