Alimentación animal con desperdicios de comida

En Japón están aplicando desde hace algunos años una nueva forma de alimentación animal con desperdicios de comida. En lugar de tirar los desperdicios alimentarios a los vertederos, son reciclados y convertidos en piensos y fertilizantes.

El auge del precio de los fertilizantes ha motivado la proliferación de esta industria, en el caso de los fertilizantes parece una buena opción, sin embargo, en el caso de la alimentación animal, los ganaderos japoneses no veían con buenos ojos alimentar a sus animales con restos de comida reciclada.

Pero claro, las subidas del precio de los cereales y de la alimentación en general, y las subidas de los fertilizantes, han provocado que finalmente los ganaderos japoneses terminen accediendo a utilizar este tipo de alimentación animal, ya que les resulta mucho más económica y rentable. Algunos ganaderos indican que gracias a esta medida alimentaria para animales, han logrado evitar situaciones económicas críticas.

Las empresas que se encargan del reciclado reciben diariamente camiones llenos de todo tipo de alimentos, leche caducada, sándwiches, pizzas, arroz… cualquier producto alimentario que inicialmente estaba destinado para el consumo humano se utiliza para alimentar animales, cerdos o pollos, sin embargo, no se alimentan a las vacas, cabras u ovejas por las medidas sanitarias preventivas que pretenden evitar el conocido mal de las vacas locas o Encefalopatía Espongiforme Bovina.

Cerdos y pollos son ahora alimentados a base de piensos reciclados. Seguramente más de un lector podría hablar de la alimentación de pollos o cerdos que se realizaba en los pueblos, también se utilizaban desperdicios de comida, pero eran un tipo de desperdicios muy distintos a los que se contemplan es esta nueva variedad de piensos. Entonces se le proporcionaba a los animales el pan duro, restos de verduras y muchos productos que aunque eran desperdicios para nosotros, se podían considerar saludables e incluso adecuados para la alimentación animal.

En nuestra opinión la cosa cambia cuando se están utilizando alimentos reciclados que contienen diversos compuestos químicos, grasas hidrogenadas, conservantes, estabilizantes, colorantes, etc., aunque hay que decir que la industria japonesa del reciclaje indica que sólo se utilizan los alimentos «de calidad» para la elaboración de piensos. Seguramente se recicla y se realizan los controles oportunos que verifiquen la salubridad de este tipo de alimentación, pero evidentemente no es lo mismo que ofrecer al animal productos de calidad.

Las diferencias las podemos encontrar nosotros mismos, el sabor que ofrece un pollo alimentado con alimentos de calidad y el sabor de un pollo alimentado mediante piensos industriales, son totalmente diferentes, también es diferente la textura de la carne. Con los cerdos ocurre lo mismo, si alguien tiene la suerte de disfrutar de los productos resultantes de los cerdos alimentados de la forma tradicional seguramente podrá certificarlo.

De todos modos hay que decir que los japoneses indican que con esta nueva alimentación animal, las gallinas producen más huevos y la carne de cerdo resulta más sabrosa. Los defensores de los animales, algunos nutricionistas y asociaciones ecologistas ya han mostrado su parecer y no creen que sea adecuado proporcionar a los animales este tipo de alimentación caducada. Además se argumenta que la alimentación de desecho resultante de las pizzerías y de los fast foods en general, no aporta la carga proteínica y mineral adecuada para que el animal, en un futuro, proporcione la carga nutricional adecuada a los seres humanos.

Es necesario buscar una solución para aprovechar las cientos de toneladas de alimentos que se desperdician y que contribuyen a degradar todavía más el medio ambiente, darles una salida como fertilizantes es una buena opción y más con la fuerte demanda existente a nivel mundial.

Japón aprovecha cualquier resto de comida, sea de los hogares, los restaurantes o la industria agroalimentaria y es lógico que lo haga teniendo en cuenta que hasta la fecha, importa de otros países hasta el 75% de la alimentación animal.

Se calcula que en el país se generan a través de los restaurantes, las compañías alimentarias y los minoristas, unos 11 millones de toneladas de desperdicios alimentarios, sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros países, Japón logra reciclar hasta el 70%, un 35% se convierte en comida para animales, un 30% se convierte en fertilizantes y el 5% restante se utiliza para la obtención de gas metano.

Anteriormente estos desechos se utilizaban para generar estiércol, pero se ha abandonado por la producción de los elementos que hemos indicado, ya que resulta más rentable. No hay duda de que Japón es un ejemplo a seguir en cuanto a reciclaje y aprovechamiento energético se refiere, pero en el caso de la alimentación animal, discrepamos. Recomendamos leer el post Convertir desperdicios en ingredientes alimentarios, en este caso se trata de una línea de investigación distinta para aprovechar los residuos de la actividad agroindustrial.

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