Resveratrol, un gran aliado de la salud

Son muchos los estudios que se realizan sobre el resveratrol, una sustancia que algunos vegetales y frutas contienen. Podemos nombrar las uvas y sus derivados o las nueces y los cacahuetes entre los más valorados. El resveratrol es una fitoalexina, es decir, una sustancia resultante de las distintas condiciones de estrés a las que se encuentran sometidas algunas plantas. Entre algunos de los beneficios que aportan a nuestro organismo caben destacar sus grandes propiedades antioxidantes y anticancerígenas, algunos estudios apuntan a que esta sustancia puede ampliar la esperanza de vida.

Por su contenido en resveratrol el vino es una fuente de salud, así lo ponen de manifiesto varios estudios como el realizado hace un par de años por científicos del grupo de investigación de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). En este trabajo demostraban que el resveratrol alargaba la vida logrando unas significativas curvas de supervivencia de hasta cuatro meses en los roedores sujetos al estudio, hay que tener en cuenta que cuatro meses es un tiempo considerable dada la esperanza de vida de los ratones.

Estudios como este han puesto de manifiesto la importancia y el efecto de esta sustancia, pero ahora hemos conocido un nuevo estudio que le atribuye otra nueva propiedad al resveratrol, es un eficaz preventivo contra enfermedades del corazón que aparecen como consecuencia de la edad.

El estudio ha sido realizado por investigadores pertenecientes a la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU) y se realizó tomando como base la siguiente pregunta: «¿Cómo es posible que los franceses, con una dieta rica en grasas saturadas, mantengan sus corazones sanos y muestren una incidencia mucho menor de enfermedades cardíacas que los estadounidenses?», la respuesta se ha encontrado en el vino tinto, concretamente en el contenido de resveratrol.

La costumbre de acompañar las comidas con un vaso de vino parece ser una acción muy saludable y decimos parece, porque todavía se deben hacer los estudios pertinentes con seres humanos. En este estudio se utilizaron roedores de mediana edad a los que dividieron en varios grupos, a cada grupo se le proporcionó una dieta diferente, una dieta normal, una dieta con un pobre contenido en resveratrol y una baja en calorías.

La dieta baja en calorías se utilizó porque otros estudios muestran que las restricciones calóricas consiguen ampliar la esperanza de vida, podemos recordar estudios similares de los que hemos hablado en Gastronomía & Cía, como el que indicaba que una dieta baja en calorías ofrecía mayor esperanza de vida y mayor protección contra el cáncer o el artículo ¿Ayunar contribuye a combatir el cáncer?.

Concretamente, los investigadores se centraron en aquellos órganos a los que el paso del tiempo les afecta con más notoriedad, ya que su expresión genética suele variar (el ataque de los radicales libres tiene mucho que ver), músculos, cerebro y corazón se estudiaron detalladamente. En el caso del corazón, los expertos observaron que hasta 1.029 genes cambian su expresión provocando la reducción de las funciones cardíacas.

Está demostrado que la dieta baja en calorías reduce el cambio de expresión de los genes hasta en un 90%, algo muy significativo, sin duda. Sin embargo, el efecto del resveratrol logra superar estos resultados llegando a alcanzar una prevención del 92% en los cambios que se pueden producir en la genética. Aunque la dosis de resveratrol era reducida, su capacidad protectora se hizo muy evidente. La conclusión que ofrecen los expertos es un buen consejo, disfrutar de alimentos ricos en resveratrol nos permitirá ampliar nuestra esperanza de vida, por tanto, un vaso de vino con las comidas contribuirá a reducir los efectos negativos resultantes del paso del tiempo, especialmente si se disfruta a partir de la mediana edad.

Con respecto a los músculos y el cerebro, los investigadores indican que los beneficios no resultaron tan evidentes como en el corazón, siendo los porcentajes preventivos mucho más reducidos. A raíz de estos resultados se ampliarán las investigaciones sobre el resveratrol, queda mucho por descubrir.

Al margen de este estudio y centrándonos en el vino, podemos decir que éste, consumido moderadamente proporciona salud, muchos estudios lo muestran, como el que concluía que el consumo de vino reducía las posibilidades de sufrir algún tipo de demencia en las mujeres. Los expertos también indican que el vino es capaz de prevenir la trombosis nocturna gracias a su contenido en polifenoles, para ello bastaba con tomar 30 gramos de vino todas las noches.

Son muchas las pruebas que muestran las bondades del consumo moderado de vino, obviarlas es negarle a nuestro organismo una herramienta fundamental para su conservación.

Todos los datos del estudio han sido publicados en la revista electrónica científica Plos One.

Más información | PLoS One

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