Si os apetece hacer una pizza diferente, muy fácil de hacer, con pocos ingredientes y que está deliciosa, aquí tenéis una buena propuesta, es la Pizza blanca con cebolla, jamón y parmesano. Cuántas veces habéis oído eso de que ‘menos es más’, pues a veces se cumple. La pizza bianca se caracteriza por la ausencia de tomate frito en la masa, de ahí que su base sea blanca. Esta es ideal para quienes les gusta la cebolla, aporta a la masa jugosidad, junto al aceite de oliva virgen extra, además de un toque dulce que contrasta con el jamón serrano.
Conviene que el jamón no esté muy curado si se quiere hornear, aunque a menudo podéis encontrar que en la pizzería os sirven el jamón sobre la pizza después de hornearla, a nosotros nos gusta darle un golpe de calor para que adquiera temperatura y que el jamón desprenda su grasa, su aroma y sabor. En fin, esta pizza con jamón y parmesano es muy sencilla pero deliciosa, puede convertirse en la favorita de muchos de vosotros, y no olvidéis que siempre podéis adaptar nuestras indicaciones a vuestros gustos.
Ingredientes (4 comensales)
Para la masa de pizza
- 450 gramos de harina de fuerza
- 10 gramos de levadura fresca de panadero
- 220 gramos de agua con gas
- 8 gramos de sal
- 25 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 1 c/c de azúcar.
Para la cobertura
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla tierna grande
- 150 gramos (aprox.) de mozzarella rallada
- 16 lonchas de jamón serrano no muy curado
- c/n de queso parmesano
- c/n de aceite de trufa blanca (opcional).
Elaboración
Para hacer la masa de pizza pon la harina en forma de volcán en un cuenco amplio. Introduce en el agujero la levadura disuelta en un poco de agua templada, añade la totalidad del agua, la sal, el aceite de oliva y el azúcar. Empieza a mezclar vertiendo la harina sobre el líquido. Cuando tengas una masa compacta pásala a la mesa de trabajo para amasar hasta que se convierta en una masa fina y algo elástica.
Si quieres hacerla con Thermomix sigue estas instrucciones. Después forma una bola y ponla en un cuenco cubierto con un paño. Deja reposar si tienes tiempo durante unas seis horas, así la masa de pizza gana en sabor. En varias ocasiones hemos recomendado que si se tiene intención de hacer pizzas para cenar, que se prepare la masa a la hora de la comida.
Después de la fermentación de la masa, dividirla en cuatro porciones y hacer cuatro bolas, después extender una a una en la mesa de trabajo ligeramente enharinada. Si la masa se resiste a ser estirada simplemente hay que dejarla reposar cinco o diez minutos para que se destense.
Una vez preparadas las bases de pizza y colocadas sobre una bandeja de horno (en caso de no hacerse en piedra de horno), prepara la cobertura. En primer lugar adereza con un hilo de aceite virgen extra la masa de pizza, después pela y corta la cebolla en juliana y repártela por toda la superficie (de cada pizza).
Introduce la pizza en el horno precalentado a 220º C con calor arriba y abajo, baja la temperatura a 200º C y hornea hasta que los bordes de la pizza estén dorados. Entonces retírala y coloca las lonchas de jamón serrano, puedes ponerlas enteras o troceadas, introduce en el horno de nuevo un par de minutos para que coja calor y desprenda un poco de grasa.
Acabado y presentación
Retira la pizza bianca del horno, reparte el queso parmesano cortado en lascas y si lo deseas, unas gotas de aceite de trufa blanca. Sirve enseguida y ¡buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria