Hoy Cocinas Tú: Unte (o paté) de remolacha con queso de cabra y frutos secos

¿Habíais escuchado alguna vez la expresión ‘que la gastronomía sea el mejor pegamento de la familia y de la amistad’? Nos encanta, y lo acabamos de leer en el blog de Carmen, en Gastronomía Flamenco-Punk, a donde nos ha llevado su receta Unte (o paté) de remolacha con queso de cabra y frutos secos, cuya elaboración paso a paso comparte a continuación con nosotros, en vuestra sección ‘Hoy Cocinas Tú’. Y como nos tiene acostumbrados, además de la receta, nos cuenta las bondades nutricionales de cada uno de los ingredientes que componen el plato, en este caso un llamativo aperitivo.

Y como os hemos comentado en anteriores ocasiones, la combinación de la remolacha con lácteos no puede ser mejor, y en este caso los necesarios son el yogur natural, que cuanto más cremoso mejor, y el queso de cabra. Esta crema untable de remolacha, queso y frutos secos quedará ideal sobre unas tostadas crujientes, con unos crudités de apio, zanahoria, pepino… pero es que seguro que dan ganas de comérsela a cucharadas. No le deis sólo el uso como aperitivo, porque para hacer un sándwich para el desayuno o la merienda también es una excelente elección, nutritiva y saludable.

Ingredientes (6 personas)

  • 2 remolachas frescas 25 grs 2 almendras, 1 nuez sin cáscara y 1 nuez recién partida para decorar
  • 1 diente de ajo morado
  • ½ guindilla
  • 2 c/s de yogur natural sin azúcar
  • un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • un chorrito de miel de tomillo
  • una pizca de sal marina
  • 1 c/c de tomillo en polvo
  • c/n de queso de cabra para decorar
  • 2 almendras
  • 2 nueces.

Elaboración

En una fuente de horno colocamos las dos remolachas lavadas y sin quitarles la piel. Les ponemos un poquito de agua para que no se peguen. Las tapamos con papel de aluminio y las dejamos unos 40 minutos a 180º C. Pero a los 20 minutos pinchamos con un tenedor o punzón (preferentemente de madera) para comprobar la cochura. Sobra decir que si al pinchar no encontramos resistencia alguna, no es que las remolachas se hayan vuelto dóciles con el calor, es simplemente que ya están hechas.

Bien, una vez que están blandas, las sacamos del horno y las dejamos enfriar. Las pelamos con cuidado y las ponemos en la batidora junto con un diente de ajo morado (que es el más potente en bondades) y la guindilla (la cantidad puede variar al gusto, según el picante que tenga y que se tolere.

Batimos rápidamente apenas unos segundos. Le añadimos las dos cucharadas de yogur, el tomillo molido, el aceite de oliva virgen extra, el chorrito de miel de tomillo, la pizca de sal marina y batimos de nuevo.

El resultado, el unte de remolacha, lo vertemos en un cuenco y lo decoramos con queso de cabra en trocitos y los frutos secos a los que previamente les habremos dado un par de golpes en el almirez.

Acabado y presentación

Untamos el paté de remolacha en una buena rebanada de pan negro, integral, de cereales (como quieras, menos de harina refinada, que es lo peor para el organismo), y a disfrutar como si el disfrute lo fueran a prohibir.

Carmen
Gastronomía Flamenco-Punk

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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