Solomillo de cerdo con salsa de grosellas

Sabemos lo que nos gusta (hablamos de vosotros y nosotros) cuando dejamos a nuestros comensales sorprendidos y satisfechos con el plato que les hemos preparado, cuando se deshacen en halagos porque realmente han disfrutado comiendo, y nosotros pensando: ‘¡con lo fácil y rápido que lo he hecho!’. Pues sí, de ese tipo de platos hay muchos, y aquí os traemos otro para que lo tengáis en cuenta, se trata de un Solomillo de cerdo con salsa de grosellas.

Ya os lo hemos dicho, esta receta es muy fácil y rápida de hacer, pero es primordial que la carne sea buena, tanto si es cerdo ibérico como si es blanco, y que el caldo sea excepcional. Seguramente tendréis vuestra propia receta de caldo de carne, así que no dudéis en prepararla y guardar una parte para hacer esta salsa de grosellas con la que haréis brillar un solomillo de cerdo y también otros tipos de carne, pato, ternera… Tomad nota y probadlo, ya nos comentaréis que os parece.

Ingredientes (4 comensales)

  • 2 solomillos de cerdo
  • pimienta negra recién molida
  • sal
  • aceite de oliva virgen extra.

Para la salsa de grosellas
  • 600 gramos de caldo de carne casero
  • 1 ramita de romero
  • 5 bayas de enebro
  • 40 gramos de miel de romero
  • 15 gramos (aprox.) de Maizena
  • 60 gramos de grosellas.

Elaboración

Empieza preparando la salsa, pon en un cazo el caldo y redúcelo a la mitad aproximadamente. Llegado este punto, incorpora la ramita de romero, las bayas de enebro y la miel, mezcla bien.

Disuelve la Maizena en un poquito de agua e incorpórala al cazo con el caldo reducido, lleva a ebullición sin dejar de remover, entonces baja el fuego, incorpora las grosellas desprendidas de su ramita y continúa batiendo cuidosamente con una espátula o una cuchara de madera, hasta que la salsa espese. Retira del fuego y reserva.

Limpia los solomillos de la posible grasa que puedan tener, salpimenta al gusto por todos lados y frota con las manos para que queden bien condimentados.

Pon una parrilla o una plancha a calentar con un poco de aceite de oliva virgen extra, marca los solomillos por todos los lados y después baja el fuego para seguir cocinándolo hasta que esté en su punto, dándole la vuelta cuando sea necesario. Retira del fuego y deja reposar cinco minutos.

Acabado y presentación

Corta los solomillos en medallones o en un trozo más grande y colócalo en el centro del plato, nápalo con la salsa de grosellas, enebro y romero, que quedará como un glaseado brillante. Sirve enseguida y ¡buen provecho!

Artículos relacionados