Pechuga de pollo con aguacate y calabacín

Hoy os traemos una receta de pechuga de pollo muy rica, y que os recomendamos probar pronto, ya que de momento las temperaturas siguen haciendo que nos apetezca comer platos fríos o templados, y en el caso de la Pechuga de pollo con aguacate y calabacín, la guarnición va fría. Pero sobre todo os animamos a probarlo porque está para chuparse los dedos.

Aunque no lo parezca, en esta receta de pollo se combinan diversos sabores, y como podéis suponer para nosotros son un festival exquisito para el paladar. Sólo en aceites hay tres tipos, aceite de coco, de sésamo y de aceite de oliva virgen extra. El calabacín y el aguacate combinan muy bien porque por un lado tenemos untuosidad y por otro una textura crujiente y fresca, ya que el calabacín no se cocina, y… bueno, lo mejor es que veáis la receta de pollo con aguacate y calabacín a continuación, la probéis y juzguéis. Es muy fácil de hacer, la podréis preparar para la comida o la cena de cualquier día de la semana.

Ingredientes (4 comensales)

  • 4 pechugas de pollo
  • 1 c/s aprox. de aceite de coco (en estado sólido)
  • 1 c/s rasa de lemon grass en polvo
  • pimienta negra recién molida al gusto
  • c/n de sal.

Para acompañar
  • 150 gramos de calabacín
  • 150 gramos de aguacate (sin hueso ni piel)
  • 15 gramos de aceite de oliva virgen extra
  • 10 gramos de aceite de sésamo
  • 5 gramos de jengibre fresco
  • 3-4 ramitas de cilantro fresco
  • 1-2 c/s de pipas de calabaza tostadas
  • pimienta negra recién molida
  • sal
  • semillas de sésamo negro
  • shichimi togarashi (opcional).

Elaboración

Seca bien las pechugas de pollo con papel de cocina y condiméntalas con lemon grass, pimienta negra y sal por los dos lados. Pon una sartén amplia a calentar con el aceite de coco, en cuanto coja calor se hará fluido. Cocina el pollo a fuego moderado para conseguir que se dore ligeramente por encima y que el interior quede hecho pero jugoso.

Claro, cocinando las pechugas tal y como son, por el lado más fino quedarán más hechas que por el lado más grueso, si lo preferís, podéis abrirlas para que tengan el mismo grosor por todas partes, también podéis hacer filetes, pero en este caso que no sean muy finos.

Mientras se hace el pollo prepara la guarnición, limpia bien y corta en daditos el calabacín, corta el aguacate en dados de tamaño similar, ponlos en un bol y adereza con el aceite de oliva virgen extra, el aceite de sésamo, el jengibre rallado, el cilantro, las pipas de calabaza, pimienta negra recién molida y sal al gusto. Mezcla bien.

Acabado y presentación

Sirve la pechuga de pollo con aceite de coco en el plato, y cubre parcialmente con la guarnición de aguacate y calabacín. Termina con unas semillas de sésamo negro tostado y una pizca de shichimi togarashi si quieres darle un toque picante. ¡Buen provecho!

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