Galletas integrales de centeno y avellanas

Quizá no sea muy habitual en vuestro recetario de galletas el uso de harina de centeno integral, pero en el momento en que probéis unas galletas con esta harina, es fácil que penséis por qué no lo habéis probado antes. Igual le ha sucedido a muchas personas con el pan, el que incorpora, aunque sea una pequeña proporción de harina integral de centeno, gana en muchos matices. En este caso, la única harina de las galletas integrales es la de centeno, y el resultado es una verdadera delicia.

Las Galletas integrales de centeno y avellanas no se puede decir que se parezcan a ninguna otra galleta, más bien parecen pequeños panecillos ligeramente dulces, son tiernas, casi esponjosas… Ahora bien, hay que decir que su sabor puede variar mucho según el aceite de oliva virgen extra que se utiliza (no llevan mantequilla), mejor que no sea muy fuerte, y también según la miel que se incorpora, a nosotros nos gustan con miel nacional de mil flores, de romero o de azahar, cada una aporta su toque. Por supuesto, las avellanas también merecen una especial atención porque al final dejan su sabor (las del Mercadona no nos parecen recomendables). Ya que se hacen unas galletas caseras, que sea con los ingredientes que más nos gustan, ¿no?, es la forma de conseguir los mejores resultados.

Ingredientes (20 galletas)

  • 230 gramos de harina integral de centeno
  • 5 gramos de levadura de repostería
  • 3 huevos (M)
  • 50 gramos de aceite de oliva virgen extra
  • 100 gramos de miel
  • 40 gramos de azúcar
  • 50 gramos de avellanas tostadas
  • una pizca de sal
  • c/n de extracto de vainilla.

Elaboración

Pon en un cuenco la harina de centeno y la levadura mezcladas. Por otro lado, pon los huevos en un cuenco y bátelos brevemente, añade al aceite de oliva virgen extra, la miel, el azúcar y una pizca de sal, añade también el extracto de vainilla, la cantidad dependerá del tipo de extracto que utilices.

Mezcla bien estos ingredientes y viértelos en el cuenco de la harina, incorpora también las avellanas troceadas y sin piel, vuelve a mezclar. Cubre el recipiente con film transparente y déjalo reposar en el frigorífico al menos media hora.

Haz porciones de masa de unos 30 gramos y forma bolitas, para que la masa no se pegue a las manos, engrásatelas con aceite de oliva. Ve depositando las bolas de masa de galletas en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, una lámina de teflón o silicona.

Cuando tengas todas las bolas hechas, vuelve a dejar reposar en el frigorífico (en la bandeja, si no cabe, utiliza un par de bandejas pequeñas) una media hora. Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo.

Hornea las galletas de centeno durante 15-17 minutos, hasta que veas que han tomado un color ligeramente tostado, estarán blanditas. Retíralas del horno y pásalas a una rejilla para que se enfríen.

Una vez que las galletas de centeno y avellanas están frías se pueden guardar en el tarro de galletas o servirlas para disfrutar de su sabor, su textura tampoco dejará indiferente a quienes las prueben. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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