Cómo elegir una piña madura

La piña es una fruta tropical que encontramos en las fruterías todo el año, pero curiosamente gana cierto protagonismo en Navidad. Con esta fruta natural se elaboran desde aperitivos hasta postres, hay entrantes tradicionales navideños como el ‘Cóctel de gambas en góndola de piña’ o postres sencillos y deliciosos como la ‘Piña con crema catalana‘.

Todos habréis visto como ha aumentado el stock de piñas en las fruterías y en los supermercados en estos días, y quizá os habéis encontrado con el mismo problema que nosotros, las piñas estaban verdes. Aunque esta fruta tropical está mucho más rica y dulce si se recolecta madura, sucede como con la mayoría de productos hortofrutícolas, se recolectan en verde y se mantienen en cámaras, es una pena. Pero vamos al grano, porque lo necesario en este momento es saber es cómo elegir una piña madura para poder hacer uso de ella en nuestras recetas.

Hay distintos aspectos en los que nos podemos fijar para elegir una piña que esté en su punto óptimo de maduración, en primer lugar es su color. Debemos encontrarnos con una piña de aspecto fresco, con una piel sin golpes ni manchas, y una corona sana. El color de la piel debe tender al amarillo o dorado, si es muy verde delata la inmadurez de la fruta. La corona o las hojas de la parte superior deben mostrarse frescas y de color verde, un estado deteriorado nos puede indicar que la piña es más vieja de lo que deseamos al comprarla.

Al coger la piña debemos encontrarnos con una fruta pesada, esta voluminosa pieza contiene mucha agua cuando está fresca. La pérdida de agua, y en consecuencia de peso, indicaría que su momento óptimo de consumo ha pasado. El olor otro de los indicativos destacables para reconocer una piña madura. Como su maduración empieza en la base, es ésta la que podemos oler, debemos percibir un aroma a piña suave y dulce, si no huele a nada es que está verde, y si huele a fermentación es que está pasada.

El tacto de la piel también nos puede ayudar a reconocer en qué punto de maduración está la fruta, debe ser firme, pero ceder muy ligeramente a la presión de nuestros dedos. La última prueba de madurez, que seguramente la mayoría de vosotros conocéis, nos la proporcionan las hojas.

Si al estirar de una hoja del centro de la corona podemos mantener la piña en el aire, es que está verde, pero si la hoja se desprende quiere decir que está en un buen momento para su consumo, está madura. ¿Tenéis algún otro consejo para elegir una piña madura y dulce?, esperamos que lo compartáis.

Ahora que ya tenéis la fruta elegida, quizá os guste ver cómo pelar y cortar una piña.

Foto | Gabludlow

Artículos relacionados