Pan con espelta y semillas

Este Pan con espelta y semillas es uno de los que recomendamos probar a los que se inician en la elaboración de pan, es muy fácil de hacer, casi tanto como el pan sin amasar, pero más rico en sabor y nutrientes por su composición, y con una miga mucho más firme. De todas formas lo amasamos muy poco. Actualmente hay una tendencia en la panadería casera de hacer panes sin amasar o con varios amasados cortos y reposos… hay que ir probando, y que cada ‘panarra’ encuentre el método que más le guste para elaborar su pan.

Como comentábamos, este pan que combina harina de trigo y harina de espelta, además de semillas de lino y de sésamo, está muy sabroso y es un buen pan para hacer las tostadas del desayuno o para acompañar la comida. Si queréis mejorar la receta aún más, podéis añadir masa madre, en ese caso, dependiendo del tipo del prefermento utilizado, puede variar la cantidad de agua a añadir, no temáis el hacer vuestras pruebas.

Ingredientes

  • 400 gramos de harina de trigo panificable
  • 150 gramos de harina de espelta
  • 50 gramos de salvado de trigo
  • 60 gramos de semillas de sésamo
  • 60 gramos de semillas de lino
  • 12 gramos de levadura fresca
  • 470 gramos de agua (aprox.)
  • 10 gramos de sal.

Elaboración

Mezcla en un cuenco amplio la harina de trigo, la harina de espelta y el salvado de trigo. Añade también las semillas y la levadura disuelta en un poco de agua tibia o frotándola con la yema de los dedos contra la harina.

Haz un poco de hueco en el centro de la mezcla y vierte el resto del agua y la sal. Empieza a mezclar con una espátula de panadero, y cuando todos los ingredientes se hayan integrado y trabájala con las manos, puedes hacerlo en la mesa de trabajo o en el mismo cuenco. No es necesario hacer un amasado clásico, ve procurando formar una bola recogiendo la masa del exterior al interior, introduciendo aire, o si lo prefieres, realiza el amasado de Richard Bertinet, pero sólo un par de minutos.

La masa debe quedar algo pegajosa, según la harina utilizada puede variar la cantidad de agua necesaria. En principio, con el corto amasado, no se obtendrá una masa muy maleable, pero déjala en el cuenco cubierta con un paño y deja fermentar unas seis horas a temperatura fresca (unos 10º C).

Pasado este primer reposo, vuelca la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada, verás que ahora es una masa maleable, así que dale forma, primero haciendo una bola y creando tensión superficial, después formando una barra gruesa, de tipo pan de pueblo.

Ponla en la bandeja del horno cubierta con teflón y cubre con el paño. Deja levar un par de horas a una temperatura de unos 20º C (o hasta que doble su volumen).

Precalienta el horno a 220º C. Cuando introduzcas el pan, hazle previamente los cortes con una cuchilla o un cuchillo bien afilado, baja la temperatura a 200º C y pulveriza con agua para crear vapor. Hornea el pan durante 40 minutos o hasta que la corteza esté crujiente y dorada, y al golpear la base suene hueco.

Retira el pan del horno y deja enfriar en una rejilla. Ve pensando en una buena receta para acompañar este pan con espelta y semillas que ofrece una miga súper tierna y de alvéolos muy finos.

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