Hangop

Este verano unos amigos nos prepararon un postre que definían como cuajada o yogur colado, una elaboración muy similar al labneh. Se trata del Hangop, un postre de los Países Bajos muy antiguo, que también se puede encontrar definido como requesón (no se parece al nuestro), aunque los ingredientes principales del hangop son el suero de mantequilla (karnemelk (nl) o buttermilk) y el yogur.

El origen del nombre parece fácilmente deducible si miramos el diccionario, hang- de colgar y -op de ‘a algo’, imaginaréis que se debe a que la forma de conseguir esta cuajada es escurriendo el suero de mantequilla y/o el yogur, como se elaboran otros tipos de quesos frescos como el requesón o el mencionado labneh, poniéndolo en un paño y colgándolo hasta que el suero ha drenado.

Actualmente hay dos o tres fórmulas para hacer hangop casero, lo interesante sería conocer cómo era en su origen, seguramente partirían de la mazada, ya sabéis que se obtiene al batir la nata hasta separar la grasa formando gránulos que se van uniendo (mantequilla) y separando del suero. Este suero ofrece un sabor fresco, combinando toques dulzones que suavizan el carácter ácido, aunque con la mazada casera únicamente poca cuajada obtendríamos.

En estos tiempos se suele hacer hangop con suero de mantequilla, con yogur o con una combinación de ambos. Tan sencillo como ponerlo a escurrir al menos durante 24 horas, hasta obtener una preparación láctea consistente pero cremosa y fresca. Esta es la base que después se puede endulzar como más nos guste, nos recomendaron hacerlo con azúcar moreno y probar el hangop sobre una tostada, estaba delicioso…

Pero seguramente es más habitual servir esta cuajada con frutas, no obstante son muchas las posibilidades que nos proporciona, no sólo en recetas dulces, también en elaboraciones saladas. Pronto veréis algunas propuestas.

Foto | Suzette

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