Schiacciata de tomate y tomillo

Con lo que nos gusta elaborar todo tipo de panes caseros, hemos vuelta a caer en la tentación de hacer una Schiacciata, que como os comentamos hace unos días es un pan tradicional de la Toscana muy similar a la focaccia. Quizá os sorprenda que una vez más utilicemos los tomates secos en una receta como esta Shiacciata de tomate y tomillo pero es de esos añadidos que cada vez te gustan más.

Lo cierto es que teníamos una buena cantidad de tomates pera que preparamos, de forma similar a estos tomates cherry secos en conserva, no son tomates secados al sol como los que compramos habitualmente, pero quedan excelentes secándolos en el nuevo horno que nos permite mantener una temperatura muy baja. Esta receta de Shiacciata de tomate es una de las que hicimos, sencilla pero exquisita, a otra le añadimos además unas aceitunas, a otra unas sardinas…

Ingredientes (4 unidades medianas)

Para la masa
  • 500 gramos de harina de fuerza blanca
  • 15 gramos de levadura fresca (en la receta indicaba 20 gramos, y aunque hemos reducido, la próxima vez no pondremos más de 10 gramos)
  • 100 ml de vino blanco dulce
  • 200 ml. de agua
  • 8 gramos de sal
  • 25 gramos de aceite de oliva virgen extra.

Para la cobertura
  • Tomates secos en aceite de oliva
  • tomillo fresco
  • pimienta negra recién molida
  • sal fina
  • sal Maldon
  • aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Si haces la masa con Thermomix u otra amasadora, disuelve la levadura fresca en un poco de agua tibia o frotándola con la yema de los dedos contra la harina. Pon todos los ingredientes para la elaboración de la masa en el recipiente contenedor y amasa durante ocho minutos aproximadamente, o hasta que obtengas una masa fina, homogénea y elástica.

Si hace la masa a mano, haz un volcán con la harina, disuelve la levadura como explicábamos anteriormente, incorpora la sal en una zona que no entre en contacto directo con la levadura, y en el centro de la harina pon el vino, el agua, el vino y el aceite, empieza a mezclar hasta que todos los ingredientes estén unidos, y entonces empieza a amasar hasta que tengas una masa fina, homogénea y elástica.

Haz una bola con la masa y ponla en un cuenco untado con aceite de oliva y cúbrela con un paño. Déjala en un lugar cálido que fermente durante una hora aproximadamente, hasta que doble su volumen.

Pasado ese tiempo, vuelca la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada, desgasifícala, y córtala en cuatro porciones, aunque puedes hacer una schiacciata grande o dos medianas si lo deseas, amasa y vuelve a formar una bola con cada porción de masa, déjalas reposar cinco minutos y después estíralas con el rodillo como si fuera una pizza de masa gruesa.

Pon cada masa en una bandeja para horno cubierta con una lámina de teflón u otra tela de cocción, reparte sobre ellas el tomate seco bien escurrido de su aceite, salpimenta al gusto y sobre algunos tomates adereza con unas escamas de sal.

Coloca unas ramitas de tomillo fresco y pulveriza la superficie con aceite de oliva virgen extra. Cubre con un paño y deja fermentar unos 30 minutos en un lugar cálido, mientras tanto, precalienta el horno con calor arriba y abajo a 200º C.

Cuando el horno esté caliente y la masa haya levado, primero presiona los tomates hundiéndolos en la masa, se desgasificará un poco por esta zona, pero es normal y necesario. Hornea durante 18-20 minutos, hasta que la superficie esté dorada y crujiente. Puedes servir la schiacciata recién hecha o dejarla enfriar sobre una rejilla para que la base no concentre humedad y se mantenga crujiente.

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