La Parrilla de San Lorenzo

El pasado sábado cenamos en La Parrilla de San Lorenzo, uno de los restaurantes más recomendados en Valladolid para disfrutar de buenos asados a la parrilla y horno de leña, donde ofrecen carnes de excelente calidad, disponen de una atractiva bodega y de un ambiente particular, el restaurante La Parrilla de San Lorenzo se define como un museo, cabe destacar que en la galería de imágenes sólo se puede apreciar una pequeña parte de su puesta en escena y decoración, este restaurante tiene una capacidad de unos 320 comensales, y lo más interesante es que es necesario reservar mesa antes de acudir.

El restaurante La Parrilla de San Lorenzo se encuentra cerca de la Plaza Mayor, en el centro de Valladolid, rodeado de palacios, casonas y museos castellanos de ambiente medieval, concretamente se encuentra en los bajos de la Parroquia de San Lorenzo, un edificio gótico construido sobre la antigua ermita de San Lorenzo a principios del siglo XVI por el conde D. Pedro Niño, y donde se encuentra la Virgen de San Lorenzo, patrona de Valladolid.

Se accede al restaurante por unas escalerillas que llevan a la puerta de un gran espacio reducido a pequeñas y cómodas estancias, distintas galerías subterráneas que se presentan como majestuosos comedores, no sabríamos decir cuántos, y cada uno con una capacidad diferente de comensales que se adecúan a las necesidades de todos. De las paredes penden lienzos, en los rincones se encuentran objetos artísticos, tallas, hornacinas, diversas piezas antiguas que hacen de La Parrilla de San Lorenzo un museo en el que prima el confort y un ambiente íntimo.

La cocina de La Parrilla de San Lorenzo es cocina castellana tradicional, la carta (que podéis ver en la galería de imágenes) conserva la estructura y escritura gótica, no es muy extensa, pero en ella se hallan los platos más característicos de la zona, elaborados con productos autóctonos tan reconocidos por su calidad como por el saber hacer de los cocineros, además de algunos platos o matices de cocina contemporánea. También se ofrecen pescados y son muy característicos los postres influenciados por la artesanía repostera de las religiosas.

Dado que pocas horas antes habíamos estado visitando las Bodegas Protos, y como os comentamos, disfrutamos en la comida del lechazo al horno castellano, sólo tomamos un entrante ligero que os mostramos a continuación y como plato fuerte otro asado al horno, como no puede ser de otra forma estando en Valladolid. Fuimos especialmente a La Parrilla de San Lorenzo para repetir con el lechazo o con otra sugerencia que nos llamara la atención, finalmente nos decantamos por el cabrito asado al horno de leña.

Disponen de una extensa carta de vinos en los que predominan los vinos españoles, Ribera del Duero, Rueda, Vinos de Castilla y León, Rioja, Penedés… nos dejamos llevar por la recomendación del sumiller, José Mª Calvo Fernández, que nos ofreció un exquisito servicio durante toda la velada, igual que el resto del servicio de sala. El vino que tomamos es uno de elaboración propia, es decir, de la bodega que disponen en Zamora, donde se encuentra el Hotel Spa Convento I vinculado al restaurante.

La Bodega Viñas Zamoranas elaboró un vino para exportar a EE.UU., es el vino Los Zorros vendimia seleccionada 2004, del que salieron 80 mil botellas, 20 mil de ellas se quedaron en el hotel y en el restaurante. Se trata de un vino elaborado con tinta fina y una pequeña proporción de tinta de toro. Tras una crianza de 16 meses en barricas de roble francés se presenta un vino con una graduación de 14% vol., potente, complejo, con cuerpo, se recomienda decantación. Fue una buena apuesta para acompañar al cabrito asado, perfumando con frutos rojos y dejando en el paladar el equilibrio tánico, la madera…

También funcionó bien con el entrante, una Ensalada de Bacalao con daditos de tomate y sus berberechos al aceite de pimentón caliente. Una cesta de pasta choux crujiente, sostiene las hojas verdes, jugosas láminas de bacalao, tomate y un sabroso aderezo que combinaba el frescor del cebollino y el dulzor de la mermelada de tomate.

Sobre el Cabrito asado al horno de leña no sabemos qué decir, una elaboración magistral. A pesar de ser el cuarto trasero que es menos jugoso que el delantero, la carne se fundía en el paladar, tierna, jugosa, sin grasas, exquisita en sabor y en punto de cocción. Sin duda, una buena recomendación.

Este fue el primer contacto que tomamos con La Parrilla de San Lorenzo, y el que ha provocado que en posteriores viajes a Valladolid vayamos a seguir conociendo su carta, incluyendo sus postres. Sobre el precio, decir que ofrece una buena relación calidad-precio, además de raciones generosas, pudiendo quedar más que satisfechos por unos 40 euros por comensal.

Más información | La Parrilla de San Lorenzo – Hotel Convento I

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