Chirivías y nabos al horno

Hoy os traemos una guarnición diferente, unas Chirivías y nabos al horno que acompañarán indistintamente una carne o un pescado. Se trata de una elaboración muy sencilla, como gran parte del recetario elaborado al horno, y con un sabor muy particular.

Hay que decir que el aroma que desprenden mientras se hacen los navos y chirivías al horno, no hace justicia a lo que después ofrecerá al paladar, combinan sabores dulzones, de campo y lácteos gracias al queso del gratinado, que como veréis a continuación, aunque en la receta hemos utilizado mozzarella, también conviene incorporar un poco de queso más sabroso.

Ingredientes (4 comensales)

  • 3 chirivías
  • 3 nabos blancos
  • 3 nabos morados
  • 1 c/s colmada de miel
  • pimienta negra recién molida
  • romero
  • tomillo
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • queso para gratinar (cantidad al gusto, parmesano, emmental y mozzarella).

Elaboración

Precalienta el horno a 200º C. Pela los nabos y las chirivías y trocéalos con diferentes formas pero con un grosor similar, por ejemplo, los nabos morados en gajos, los blancos en daditos y las chirivías en rodajas. Pon todo en una bandeja para el horno y sazona generosamente con sal, pimienta negra, tomillo y orégano. Riega con el aceite de oliva y la miel y mezcla bien.

Introduce la bandeja en el horno cuando haya alcanzado la temperatura y deja que se vaya haciendo, al menos durante 45 minutos, moviendo de vez en cuando. Se irá dorando la superficie, pero soltarán su jugo que quedará en el fondo de la bandeja. Hornea hasta que esté casi totalmente evaporado.

Las chirivías y los nabos al horno se pueden dejar ligeramente crujientes o totalmente tiernos, según el gusto de cada uno. Antes de retirar del horno, prueba por si fuera necesario añadir más sal o especias y añade el queso rallado, gratina hasta que bien esté dorado.

Emplatado

Sirve las chirivías y nabos inmediatamente después de haberlo gratinado, como acompañamiento de una carne o un pescado, como os indicábamos al inicio, aunque también puede ser un entrante genial que podéis acompañar con un arroz o pasta. ¡Buen provecho!

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