Pollo guisado con setas

Seguro que como a nosotros, en estos días os apetecen platos cálidos, guisos lentos, sabrosos, que perfuman la cocina y deleitan al paladar, como este Pollo guisado con setas. Los sabores no son los tradicionales, entre otras cosas, por la salsa de soja dulce o el jengibre, que proporcionan otros matices, muy agradables y equilibrados.

El Pollo guisado con setas es una receta muy fácil de hacer, ideal para cualquier día de la semana. Se pueden variar las verduras si se desea, si en lugar de calabacín quieres poner berenjena, o añadir unas patatas para hacer un plato más completo… seguro que sabéis adecuar esta receta a vuestro gusto o necesidad.

Ingredientes (4 comensales)

  • 4 cuartos de pollo
  • 400 gramos de setas variadas
  • 2 chalotas
  • 4 dientes de ajo
  • 1 calabacín
  • 1 trocito de raíz de jengibre
  • 4 c/s de salsa de soja dulce
  • shichimi togarashi
  • pimienta negra
  • sal
  • aceite de oliva virgen extra.

Elaboración

Pon una cazuela amplia al fuego con un poco de aceite, salpimenta el pollo y dóralo dándole la vuelta para que se haga de forma homogénea. Mientras tanto, pela las chalotas y córtalas en aros, pela los ajos y dales un golpe, lava el calabacín y córtalo en daditos.

Cuando el pollo esté bien dorado, reduce el fuego casi al mínimo y cuando reduzca la temperatura incorpora las chalotas y los ajos, añade el jengibre pelado y rallado, seguidamente incorpora las setas congeladas y sube el fuego para que suelten el agua y rompa a hervir.

Una vez entre en ebullición, reduce de nuevo el fuego, añade la salsa de soja y el shichimi togarashi, mezcla bien y deja cocer lentamente hasta que casi se evapore por completo. A mitad de la cocción incorpora el calabacín y un poco de sal, recuerda que el calabacín se hace muy rápido y además está cortado pequeñito, si se pusiera antes quedaría deshecho.

El pollo guisado con setas estará hecho en unos 30 minutos, según el tamaño de las piezas y el fuego con el que cocinas.

Emplatado

Sirve el pollo guisado con su guarnición, y todos a la mesa inmediatamente, os vais a chupar los dedos, también hará falta un buen pan para dejar el plato reluciente. ¡Buen provecho!

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