Galletas de mantequilla

Las galletas de mantequilla, también conocidas como galletas danesas, son un éxito internacional. Las cajas de lata que conservan estas galletas se encuentra en todos los hogares, que al vaciarse se convierte en una caja de hilos, de cromos, de moldes, de lápices… Suponemos que todos habéis disfrutado de estas galletas de mantequilla e incluso a algunos les traerán recuerdos entrañables.

Encontramos en la red multitud de recetas de galletas de mantequilla, más quizá que de galletas de chocolate, pero algo nos sorprende, la cantidad de mantequilla que se les incorpora. Vale que le demos esta denominación, ‘galletas de mantequilla’, pero si miramos una de esas latas de galletas danesas, veremos que en sus ingredientes nos indica que llevan aproximadamente un 25-30% de esta grasa.

Nuestra receta de galletas de mantequilla incorpora el 30% de mantequilla, y en lugar de endulzar con azúcar blanquilla por completo, incorporamos también azúcar invertido. Algunas veces incluso unas trazas o harina de frutos secos, o de coco. Aunque las últimas que hemos elaborado son así de sencillas. Esperamos que las probéis y nos contéis que os parecen.

Ingredientes

  • 200 gramos de harina
  • 60 gramos de mantequilla
  • 60 gramos de azúcar
  • 40 gramos de azúcar invertido
  • 5 gramos de levadura
  • 1 huevo
  • extracto de vainilla
  • una pizca de sal.

Elaboración

Deja la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande durante un par de horas (depende de la estación del año o de la temperatura de tu cocina). Pon en un cuenco la mantequilla y añade el azúcar, trabaja estos ingredientes hasta que se fusionen y muestren una textura cremosa.

Añade a continuación el azúcar invertido, el huevo batido con una pizca de sal y unas gotas de esencia de vainilla, mezcla bien ayudándote de una espátula.

Finalmente añade la harina tamizada mezclada con la levadura, ve incorporando a la mezcla anterior lentamente y cuando puedas empieza a amasar con las manos. Haz una bola con la masa y déjala reposar en un lugar fresco durante una hora aproximadamente.

Pasado este tiempo, pon una lámina de film transparente sobre el mármol, espolvorea una pizca de harina sobre la masa y en el rodillo y empieza a estirar hasta que la masa tenga un grosor de medio centímetro aproximadamente.

Precalienta el horno a 180º C. Empieza a dar forma a las galletas cortando con un cortapastas, puedes hacerlas con la forma que prefieras, hay cientos de moldes con formas diferentes pero también puedes improvisar.

A medida que vayas dando forma a las galletas de mantequilla, ve depositándolas en la bandeja del horno cubierta con una lámina de teflón o similar. Vuelve a hacer una bola con los recortes de la masa y estírala para sacar más galletas. Continúa el proceso hasta terminar.

Puedes espolvorear las galletas con azúcar, o también podrás bañarlas una vez horneadas con chocolate. Hay muchas otras ideas, pero esto es quizá lo más habitual.

Hornea las galletas durante 5-10 minutos, no tienen que dorarse mucho, sólo tomar un poco de color, así que la recomendación es permanecer cerca del horno para ir controlando el horneado.

Cuando las galletas de mantequilla estén listas, déjalas enfriar un poco, pues estarán todavía blanditas. Con cuidado puedes ponerlas sobre una rejilla, pero no es estrictamente necesario. Cuando se enfríen estarán crujientes y podrás servirlas en una bandeja o en cápsulas de papel, las de las magdalenas, para presentarlas como las galletas danesas que se comercializan.

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