Risotto de gambas y espinacas

Ya hacía días que nos apetecía comer un buen risotto, no hemos podido esperar más y hoy hemos preparado este Risotto de gambas y espinacas que estaba delicioso. Es importante conseguir que las gambas resulten jugosas, por lo que hay que añadirlas casi al final de la cocción, y para que las espinacas no dejen esa astringencia en el paladar que generalmente desagrada, a continuación os mostramos como cocinarlas.

El risotto suele ser un plato muy contundente, en casa nos gusta tanto esta receta, que solemos servirnos platos generosos y tomarlos como plato único, contiene carbohidratos, verduras y proteínas, en este caso de las gambas y del queso. Pero también se puede servir una pequeña cantidad como entrante, por ejemplo de este Risotto de gambas con espinacas, para que nuestros comensales disfruten de una de las especialidades de la casa sin quedar excesivamente llenos.

El risotto que nosotros hacemos está privado de mantequilla y nata, ingredientes muy habituales en otras cocinas para procurar cremosidad al arroz (para lo que es más importante la calidad del arroz). Así que no es un plato pesado (aunque con el queso somos generosos) y se digiere muy bien.

Ingredientes (4 comensales)

  • 360 gramos de arroz carnaroli (o arroz arborio, baldo…)
  • 1 puerro
  • 3 dientes de ajo
  • raíz de jengibre (unos 2 cm.)
  • mezcla de cinco pimientas
  • 1 c/c de cúrcuma
  • nuez moscada
  • 180 ml. de vino blanco
  • 800 ml. de caldo de ave (también puedes utilizar fumet)
  • 250 gramos de espinacas frescas
  • 24 gambas peladas (crudas)
  • 80 gramos de queso parmesano
  • aceite de oliva
  • sal.

Elaboración

Si las gambas que utilizas son congeladas, descongélalas previamente. Limpia las hojas de espinacas si fuera necesario. Pon un cazo al fuego para calentar el caldo o caliéntalo en el microondas, pero recuerda que debe estar caliente cuando se vaya añadiendo al arroz.

Pela y pica el puerro y los dientes de ajo. Pela la raíz de jengibre y rállala. Pon una cazuela al fuego con un poco de aceite de oliva y pocha el puerro a fuego lento, hasta que esté transparente, añade entonces los ajitos picados, dóralos ligeramente junto al jengibre. A continuación incorpora el arroz y tuéstalo a fuego medio-alto (moviendo con una cuchara de madera) con la pimienta, la cúrcuma, la nuez moscada y sal al gusto, cuando el grano pierda el color blanco, riega con el vaso de vino y deja reducir.

Empieza entonces a añadir el caldo caliente de vaso en vaso, una vez se haya absorbido el primero, se añade el siguiente. El fuego debe estar a temperatura media, y ve incorporando también las hojas frescas de espinacas a puñaditos, mezclando y moviendo de vez en cuando.

Cuando vayas a incorporar el último vaso de caldo, añade primero las gambas para que se hagan lo justo y queden jugosas, mezcla bien con el arroz e incorpora la mitad del queso rallado, vuelve a mezclar. Vierte el caldo restante y deja que se absorba a fuego mínimo, continúa moviendo y termina de añadir el queso parmesano, deja reposar cinco minutos si todavía le queda caldo, si está cremoso ya puedes servir el Risotto de gambas y espinacas. ¡Buen provecho!

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