PradoRey Rosado 2007 Fermentado en barrica

Manuel de Haro Ramón
Sumiller de El Club del Gourmet de E.C.I de Castellón

PradoRey Rosado 2007 Fermentado en barrica es un vino un tanto diferente al resto de rosados, este vino de la bodega Real Sitio de Ventosilla perteneciente a la D.O. Ribera del Duero, ha permanecido 4 meses en barricas de roble francés, convirtiéndose así en el primero y único con estas características dentro de su zona, lo que le ha servido para ganar el Premio Envero de Oro al Mejor Rosado de la Ribera del Duero.

Nunca había tenido la ocasión de catar un rosado fermentado y criado en maderas nobles, y la verdad es que ha valido la pena, PradoRey Rosado 2007 Fermentado en barrica me gustó mucho por su original aroma y sabor, pero manteniendo la esencia de los grandes rosados sin crianza.

Elaborado a partes iguales con merlot y tinto fino, más el bouquet aportado por la crianza, lo hacen un vino “todo terreno”. Con él podemos acompañar múltiples y diversas elaboraciones culinarias, desde arroces de todo tipo a pescados, pasando por pastas, ensaladas templadas y carnes blancas, incluso en guiso.

El citado vino salió al mercado el pasado mes de marzo y puede que se agote rápidamente debido a su poca producción, alta demanda y excelente relación calidad precio, pagué por el 7 euros, un precio más que justificado.

A diferencia de otros rosados, este lo podríamos consumir casi con todas sus cualidades en los próximos dos años, que es el extra de longevidad que le confiere la crianza en madera.

Quiero destacar una frase que podemos encontrar en la contraetiqueta de la botella y que es la siguiente: “Un vino sorprendente en si mismo y recomendado especialmente para los amantes del buen vino tinto, que suelen huir del vino rosado”.

A mi parecer, las similitudes con un tinto y salvando las distancias, se aprecian más en nariz que en boca, pero es muy buena alternativa.

PradoRey Rosado 2007 Fermentado en barrica presenta un bonito color rojo fresa con irisaciones teja y en nariz aparecen recuerdos a pomelo rosa, frutas de hueso, especias, predominando la pimienta sobre un ligero toque de nuez moscada, tostados muy ligeros, todo ello bajo una envoltura de balsámicos que lo hacen muy agradable al olfato aunque un tanto falto de potencia aromática.

En su fase gustativa cabe destacar su gran cuerpo que llena la boca y se desliza lentamente, dejando frescura además de una buena sensación en paladar.

Sus 13º están bien integrados y no producen sensación de dolor de cabeza.

A mi me sirvió de buen acompañamiento para una cena “japonesa” consistente en sushi, maki, canapés de trucha ahumada con alcaparrones y wasabi, brochetas de pollo con sésamo y salsa yakitory y unas gambas en salsa de curry, la verdad es que armonizó con todo y en ningún momento la comida se apoderó del vino, que estuvo a la altura en todo momento.

La temperatura de servicio idónea es de 8º C, sin duda, una estupenda opción para este verano.

Manuel de Haro Ramón
Sumiller de El Club del Gourmet de E.C.I de Castellón

Que en tus mejores momentos siempre este presente un buen vino.

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